La limpieza facial es una rutina indispensable para mantener la higiene de la piel del rostro. La suciedad y la contaminación ambiental, el maquillaje e incluso el estrés son algunos factores que hacen que la piel acumule suciedad y pierda vitalidad, frescura y luminosidad
PROCEDIMIENTO
La limpieza facial profesional consiste en una limpieza profunda, un procedimiento no agresivo ni invasivo, que debe ser realizado por una profesional cosmetóloga o cosmiatra, destinado a mejorar el aspecto de la piel, eliminar las células muertas y las más superficiales y extraer los famosos puntos negros o espinillos. Ayuda también a corregir la dilatación de los poros.
Clasificando la piel según su tipo
Es fundamental que el profesional a cargo identifique qué tipo de piel tiene cada paciente mediante el test cutáneo que es una herramienta muy útil para realizar esta evaluación.
• Pieles normales
• Secas
• Grasas y mixtas
“Una vez identificado el tipo de piel, se puede realizar la limpieza facial profunda con el objeto de eliminar restos de maquillaje, células muertas, polvo, contaminación que obstruye los poros del rostro, eliminado cualquier bacteria y así conseguir un cutis más terso, liso y rejuvenecido. Los efectos por lo general suelen notarse desde la primera sesión. Es importante tener presente que se debe continuar con ciertos cuidados, siendo una práctica fundamental e indispensable para mantener la piel en condiciones saludables”
Deja que la piel respire y descanse sin ningún otro tipo de intervención. No pellizcar o tocar la piel, se puede transmitir bacterias que se encuentren en las manos, lo que puede dejar manchas o cicatrices.
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